Juguetes rotos
- Francisco Rodríguez Collazo
- 2 sept 2021
- 2 Min. de lectura

*Imagen vía: Marca
Algo que está predominando en el inicio de la temporada 2019/2020 en los tres grandes del fútbol español es la irrupción de jóvenes talentos que en algunos casos ya son titulares indiscutibles. Esto ha sido más notorio en la primera jornada intersemanal, una de esas semanas en la que los equipos juegan tres partidos en siete días y que los entrenadores odian mientras que los espectadores lo celebran. El Real Madrid ganó su último partido de Liga ante el Osasuna por 2-0 gracias a los goles de los brasileños Vinicius y Rodrygo. El primero lloró en la celebración de su tanto y se quitó una losa de encima, y el segundo salió del Santiago Bernabéu siendo comparado con Ronaldo Nazario por su casi idéntica precocidad goleadora con el club blanco. Uno tiene 19 años y hoy será suplente, y el otro es menor de edad y mañana jugará con el Castilla en Segunda B.
En menos de un año, Vinicius ha pasado de ser la sonrisa y la ilusión de un triste Real Madrid, a llorar de rabia e impotencia al marcar un gol, cuando éste último debería ser un momento de alegría y jubilo. Es evidente que Vinicius es un futbolista de élite que costó 40 millones de euros, pero también es patente que estamos ante un chaval de 19 años al que le duelen las criticas y la presión porque las cosas no terminan de salir como él quisiera o como los 'examinadores' quisiesen. El brasileño ha pasado de marcar goles y dar asistencias en cada partido como canterano a ser suplente y anotar de muy vez en cuando como profesional. Como muchos niños en este mundo, 'Vini' ha pasado de ser el ‘nuevo Messi’, una expresión que todo los días escuchamos en internet y la cual debería estar prohibida de mencionar, a no ser titular en su equipo. Y la prensa y el aficionado le meten presión abriendo telediarios con él o con un simple pero estúpido alegato de ‘Vinicius Balón de Oro’.
A estos niños, que fin al cabo no dejan de ser unos niños, hay que cuidarles la cabeza para que su talento pueda florecer. Vinicius, Rodrygo, Joao Félix y Ansu Fati son futbolistas muy desequilibrantes, un bien muy preciado en el fútbol, y son el futuro de los equipos españoles más representativos en todo el mundo: Real Madrid, Atlético de Madrid y Barcelona. Debemos tener paciencia con ellos, pues en el día de mañana Leo Messi no va a estar y Ansu Fati tendrá que coger el testigo. Y tampoco debemos meterles una presión innecesaria a estas alturas de su vida, ya que pueden acabar como otros tantos juguetes rotos o ‘nuevos Messi’. Un buen entorno y la ayuda del cuerpo técnico y de los compañeros con experiencia en estas tesituras son fundamentales para su futuro. Dejemos que disfruten del fútbol con una sonrisa y no con una mochila cargada de rocas a sus espaldas, y así veréis como en el día de mañana ellos serán los cracks que con su fútbol nos pongan una sonrisa en la boca.
*Artículo publicado el 29 de septiembre de 2019 en 'VIP Deportivo'
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