Salvemos a la especie

* Imagen vía: REUTERS

Yo, como espectador neutral, disfruté del Clásico como un niño en un parque de bolas pero, por ejemplo, mi padre, como entrenador y hombre de fútbol, se habrá tirado de los pelos. Y yo, como periodista que debo analizar el partido, creo que el domingo vi el peor Real Madrid – Barcelona de los últimos 13 años. En este encuentro que da la vuelta al mundo se demostró que nuestros mejores equipos no están en su mejor momento tanto a nivel táctico como técnico, y esto acaba repercutiendo en un visible descenso de la calidad del juego, del futbolista y del entrenador español. El fútbol español está retrocediendo a épocas pasadas en las cuales, siendo verdad que de vez en cuando sacábamos algún futbolista con un nivel top mundial, se nos llenaba la boca de furia y hacíamos lo mismo que los demás. Esa es la cuestión, que no solo ganamos el Mundial porque teníamos a la mejor generación de jugadores de la historia del país, que también, sino porque con esos futbolistas, con los cuales pudimos hacer lo de siempre, hacíamos cosas diferentes a los demás.

¿Cómo podemos devolver el fútbol que nos levanta del sofá al Clásico y al fútbol español? Pues trabajando, pero sobre todo haciendo cosas diferentes, innovando y evolucionando con las próximas generaciones. Y es que no podemos entrar en ninguna comparación con esa gloriosa e irrepetible generación de jugadores, pero os aseguro que en la cantera española hay más calidad que en la de otros países futbolísticamente potentes, y además estas nuevas generaciones tienen la virtud del trabajo defensivo que posiblemente con anterioridad se veía menos. Salvemos al fútbol, no lo convirtamos en un deporte predecible, y para ello debemos salvar al futbolista de la calle. Salvemos a Vinicius, que en medio del caos del Clásico, transformó su fe y persistencia en una victoria clave para su equipo.

Cada vez siento más que lo que tenéis con Vinicius es pura envidia, pero no envidia sana, sino una embustera envidia que os habrá contagiado esa gente de fútbol que vive acomodada con el «juega fácil». Esa gente que busca convertir al fútbol del deporte más impredecible del mundo a uno totalmente predecible. Está en peligro de extinción, pero está entrando un aire fresco de unos ‘disidentes’ que de forma directa buscan salvar a esa bendita especie, la que se atreve, la que encara, la que busca el 1vs1, la que desborda, la que desequilibra, la que rompa líneas a través del regate y no con un pelotazo. Futbolistas como Vinicius o Ferrán Torres no deberían ser una excepción, y si unos jugadores más. Vinicius y Ferrán, que el fútbol os bendiga. Y tú, querido lector, abre los ojos e intenta aportar tu granito de arena para salvar al fútbol y a esta bendita especie.

* Artículo publicado el 6 de marzo de 2020 en el medio digital 'VIP Deportivo'