Todos somos un poco de Jaime Mata
- Francisco Rodríguez Collazo
- 11 ago 2021
- 3 Min. de lectura

*Imagen vía: Sport
Tras pasar por todas las categorías del fútbol nacional, Jaime Mata recibe con 30 años de edad su primera convocatoria con la Selección Española
Quien nos iba a decir que, tras la enésima exhibición de Leo Messi, estemos esta semana hablando y alabando a un futbolista de 30 años que juega en el Getafe y que acaba de recibir su primera convocatoria con la Selección Española. Estamos hablando de Jaime Mata, un delantero madrileño que, para él, hace unos años, “jugar en Tercera ya era la leche”. Y como no lo iba a ser, pues antes de llegar a Tercera División no se había formado en las canteras del Real Madrid y el Atlético de Madrid, ni en las del Rayo Vallecano o el Getafe. Toda su formación personal y futbolística la desarrolló en el equipo de su pueblo, el Pegaso de Tres Cantos, con el cual dio el salto de Primera Regional a Tercera División. Pero en ese momento, para Mata el fútbol era un ‘hobby’ y un tiempo dedicado a divertirse con los colegas y distraerse mientras se sacaba la selectividad y empezaba la carrera de Derecho.
Ascendía y ascendía de categoría, pero Mata nunca pensaba que algún día viviría del fútbol, y por supuesto ni se le pasaba por la cabeza que se pondría la camiseta de la Selección Española. Seguía y seguía jugando en campos de barro, y sobre todo no paraba de marcar goles, pero su valía futbolística no era suficiente para que, en el primer equipo del Rayo Vallecano y cuando se había salido con el filial, lo tomaran en cuenta. Tenía 23 años y era mayor para jugar en un filial. Y se marchó del conjunto de Vallecas, como siempre, a coste cero, pero con la ilusión intacta de seguir creciendo en el fútbol y en la vida. De ahí se fue a Lleida, dónde alucinaba con que en el equipo catalán hubiera dos fisioterapeutas, o que tuviera gente que le lavase la ropa y las botas. Ya jugaba en Segunda División B con un equipo de capital de provincia y con una afición y bastantes medios de comunicación alrededor, pero Jaime Mata seguía aprendiendo del fútbol y de la vida, siendo uno más y con la ilusión de no conformarse con lo ya conseguido.
Volvió a marcar un montón de chicharros, y le llegó, como siempre saliendo a coste cero, la oportunidad de debutar en el fútbol profesional con el Girona. Y otra vez celebró muchos goles y le llegó, como siempre saliendo a coste cero, el premio de estrenarse en Primera División con el Getafe. Siguió y siguió rompiendo redes, y le llegó, como siempre trabajándoselo y con humildad, su primera convocatoria con la Selección Absoluta. Por cierto, muy bien por Luis Enrique. Como seleccionador, Lucho lleva por bandera la meritocracia. Quien lo pelea y se lo merece, lo consigue. Mientras tú estás leyendo este humilde artículo, Jaime Mata está compartiendo vestuario con los mejores jugadores de España. Claro que Messi es un ejemplo por su magia inigualable, pero Jaime Mata, sobre todo para los chicos más jóvenes, es un espejo al cual mirarse. Mata siempre nos recordará que nunca debemos conformarnos con lo que tenemos, sino que debemos ir a por más. Tú y yo, al ser gente normal y corriente, somos un poco de Jaime Mata.
*Artículo publicado el 22 de marzo de 2019 en 'VIP Deportivo'.
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